Trabajar la lateralidad es esencial para desarrollar una mano dominante, mejorando la coordinación motriz fina y gruesa, lo que facilita tareas cotidianas y académicas. Además, una clara lateralidad mejora la orientación espacial, crucial para entender direcciones y seguir instrucciones. La simetría también es importante, ya que ayuda a reconocer patrones y formas. En conjunto, la lateralidad y la simetría fortalecen habilidades motoras y cognitivas fundamentales para el aprendizaje de la lectura y escritura.